La vida es un camino; algunos escogen seguir derecho, otros escogen retroceder, otros se van a la izquierda, otros a la derecha.
Pero entonces, ¿Cuál camino decido yo?.
Yo decido ir de la mano del que hace ligeros mis pasos. Su amor es la razón de mi dirección. Cuando me caigo me levanta. Él es mi escudo y mi esperanza.
En los días que no quiero seguir, Él me da alimento y nuevas vestiduras. Cuando me siento triste y sola, Él transforma mis lágrimas en perlas de esperanza. Él es mi sol en el día y mi estrella brillante en la oscuridad.
En sus ojos encuentro la paz, en sus brazos la felicidad. Él es mi sueño hecho realidad. Mi amor por Él siempre será infinito y sin final. Sin Él el infinito sería finito y la tierra dejaría de orbitar.